jump to navigation

LA TIERRA HABLA A ESTHER A MARCOS Y AL MUNDO y a los que la contaminan con la ley alterada: la trampa no sustentable enero 3, 2010

Posted by carmenmvascones in Uncategorized.
Tags: ,
trackback

Si  le pregunto a la tierra ¿qué propuesta tienes para aplacar mi hambre? A lo mejor me diría lábrame, remuéveme, hazme hoyuelos,  siembra tus ideas, para que surjan hombres nuevos, como los que sí están conmigo, y pacientosamente me tratan y se recuestan con ternura en mi vientre, ¿los conoces?

Claro que no, porque, tú estás administrando números en globos donde te has olvidado de mí y de los míos, no se ven mis surcos ni mis habitantes, los que creen en mí, los que saben que yo puedo saciarlos hasta el horizonte del mundo. 

¿Conoces a Ester? Ella, sí sabe lo que es nacer, lo que es amamantar, lo que es estar  dentro y fuera de la montaña, la que conoce la muerte de cerca y de lejos,  la que arrulla al viento para que no moleste a los niños cuando juegan y sueñan entre vasijas y arco iris. 

Sabes, ella tiene un decir, que es de todos los míos «nosotros somos los comandantes, los que mandamos en común, los que mandamos obedeciendo a nuestros pueblos», un poder a compartirse, a construirse, a significarse, a hacerse con paciencia y con amor. 

El agujero de la muerte duele, sangra y termina  casi como despojo en las manos inmisericordes.  El hombre que arremete contra otro hombre y no media con el diálogo, es porque sólo sabe gruñir y morder, o peor, atacar.

Yo: la tierra, madre de la palabra y de la vida, estoy dividida, parcelada, minada, amotinada, sitiada, satelizada, bombardeada, rodeada, fragmentada, legalizada. Como que mis hijos fueran a durar más que yo. Aquí el vacío y la esperanza chocan con mi raíz y filiación, me duele todo este horror, me da ternura y calma la unión por un deseo común.  Pero, estoy con la fuerza de todo lo que resiste al genocidio, no quiero que se apropien de mis recursos naturales, no me gusta la exclusión.  Soy radical ante los que pretenden saber y ser más.

 Mi color de tierra es mi trinchera, mi lucha, mi libertad, mi lugar.  Yo soy mi propietaria, mi  propia patente, yo soy la vida comunitaria, yo soy el deseo y la necesidad de todos.  No he nacido para ser de uno o de un grupo, porque en definitiva y al final sostengo el aliento de todos y también la muerte me aguarda. Si este litigio de tierras y de propietarios que desconozco siguen descargando su furia, su soberbia y sus desprecios solo conseguirán secarme y quedar como nicho para la soledad sin habitante. 

Estoy sintiendo el vacío que se acerca, estoy recogiendo en vasijas «una voz entre todas las voces».  Quiero conmover al mundo entero, a ellos, mis Vástagos. 

Tengo,  mis hijos, que me traicionan y los hijos que  me son fieles. Los que me humillan y los que me dignifican, los que traen sueños y los que traen pesadillas, los que me lidian con valor y los que me ponen valor.  Los que me atraviesan con palabras y los que me dejan sin ellas, los que me quieren cambiar y los que me quieren exterminar, los que quieren un ser humano y los que quieren clonarme, el que me quiere hacer producir y el que me quiere solo administrar, el que me quiere hacer hablar y el que me quiere hacer callar.

Mi nombre propio, son ustedes, reconozco sólo la institución humana de carne y hueso que me dignifica  solo por amor a la vida, pero no reconozco a aquella que me cubre de avaricia, me desconoce, y me puebla de mezquindad sólo por odio a la muerte.

Caminante de paso da tu paso, ¿a favor o en contra?

La solución somos todos y cada uno. ¿Es tan difícil entender ESO?.  El movimiento del mundo es uno sólo: UN VINCULO DE SOLIDARIDAD Y APOYO.  Todos mis hijos son invasores de mi existencia, Yo soy lo tribal, soy el canto, soy la naturaleza soberana  que manda con su poder que convoca  a refugiarse en mi maravilla aún.   No he condenado a muerte a ninguno por todo lo que me han hecho. 

Todavía creo en algo que permita la vida por la vida, reconozco sus muertes, los días los cuento, mis fosas por ahora esperan semillas y no cadáveres.

Los condeno a vivir, ¿saben lo que es eso?

Hay un  monopolio de omnipotencia e impotencia. Han inventado un mercado de divisas que no diviso.  Me han trazado mapas, demarcaciones, linderos, hitos que me dicen que limito con… Me dicen que pertenezco a…Me dan hablando con palabras huecas.  Con signos que no me llegan, que no me sienten, que no me encantan, que no me abonan, que no me cultivan. 

Han violado mi natural constitución, me han convertido en estados, repúblicas, naciones, ciudades.  Litigios, invasiones, campos de exterminios, desiertos y  devastaciones.

Han puesto sobre mi superficie lo que les da la gana.  Han hecho fundaciones y constituciones donde está guardada la ley  ¿acaso, alguien puede decirme quién es o qué es eso?

Dicen que todo lo hacen por la patria, la bandera, el escudo y el himno nacional, y ¿yo qué? ¿Dónde estoy? ¿Qué lugar tengo entre tanto planos y tintas convertidas en escritos, derechos y privatizaciones? 

¿Yo la naturaleza quién soy para estos desnaturalizados?

¿Acaso no saben que mi ser integra: LA RAZA DE LAS RAZAS, que  perforan, abalean, acuchillan, reducen, dan de bajas, expropian, expulsan. Y también de la que dicen que quieren proteger, salvar, y reconocerles sus derechos que reposan en papeles formados en una revolución.

Hay una civilización en crisis, en banca rota, en auge, en liquidación, en levantamiento, en quebrantamiento, en todo lo que uno pueda imaginar y no quiera ver que sucede y acontece. 

Hay nativos, extranjeros, colonos izando el arco iris como señal de humo de paz, hay los que han descifrado el sentido de la presencia humana, como los cantos del guaraní que dejan escuchar al dios ñamandú:

“Primero crea la palabra, bien común a dios y hombres, asigna a la humanidad el destino de acoger la palabra, de existir en ella, de abrigarla; protectora de la palabra y protegidos por ella: así son los humanos tan elegidos como los dioses.  La sociedad consiste en el goce del bien común que es la palabra”.

Danzo con el viento mi fuerza de sol, mi tiempo ilumina con sus propias estrellas, mis estaciones abrazan la aurora de lluvia, mis ríos creciente y decreciente de los misterios del origen, rondan cuartos menguantes hasta llegar a mi alma que mira el resplandor de lo puro y bello.

¿Por qué me reparten, por  qué me han colonizado, por qué me exploran sin piedad?

¿A dónde migran y emigran? ¿Por qué me ponen marcas y precios, puestos e impuestos, lotes y latifundios, formas e informes de plusvalía?.   Que hay una ley que me acoge y protege que se llama reforma agraria, pregunto, ¿en manos de quién está? ¿Qué están haciendo conmigo?

No tienen misericordia.  ¿Acaso no saben que el control de mi órbita le pertenece solo al universo de la soledad y del silencio para que el humano pueda escucharse?  Soy el centro de la caída, de la gravedad, de la relatividad, de la rotación.  Soy el único inicio posible para lo humano.

Han inventado un tiempo que no es mi tiempo, la gente lo marca con tarjetas de créditos y descréditos, con máquinas y maquilas,  con ahorros y fugas, réditos y desméritos, desarrollos y arroyos, autopistas y despistes.  Ciudades del mañana sin hoy, pueblos del futuro sin presente, progreso sin regreso, educación sin creación, inversión sin producción, empleos y desempleos, inflación e infracciones, desarrollo y embrollo, “atolondraduchos” y desechos. Felicidad sin gracia plena.

¡Quién me desintegra?

Aclaro, declaro, y recuerdo.  Soy el territorio del lugar común, donde la muerte no es una amenaza sino la fusión con la vida, donde fundamento mi regla menstrual.  Solo reconozco el estado de gestación y los ciclos de la cosecha y de la luna.  Soy indivisa, ignoro su contrario, no existe en mi totalidad única, práctico la alianza. 

Soy una red que conlleva la voluntad de mi deseo hecho tribu, estoy provista de un poder público y visible entre los portadores del derecho irrefutable de la comunidad:

SER PORTAVOZ, comunicar a los otros el deseo y la voluntad de todos.  Soy la garantía y la confianza, poseo el gozo del prestigio que han depositado en mí.  El sentido común y el poder como totalidad es mi expresión y mi existencia terrenal.

Rechazo la desigualdad, rechazo el poder separado, rechazo la dominación y la servidumbre, rechazo el poder del desencuentro, rechazo el cuerpo separado del deseo, son uno e indiviso.  Rechazo la división, rechazo al oprimido y al opresor.

Soy la vigilancia de la fecundación, soy radical con el que traiciona el interés común, “fomento el prestigio mas no el deseo de poder”.  Mi mundo no es para Unos, ni para aquel que se sostiene en la servidumbre impuesta. 

“¿Existe la servidumbre voluntaria?”

Mi territorio es para el humano ¿cuántos hay? 

“El único que ha nacido para vivir verdaderamente libre, donde el  deseo de libertad es sustituido por el amor a la servidumbre”.  El que renuncia a su ser escoge la muerte, la servidumbre.  Extingue su humanidad.

La división  destierra, entierra, persigue, expulsa la libertad y las coartadas del poder que contiene y reprime.  Ahí, en ese espacio fraccionado se instala el “amor a la servidumbre”, a servir, a ser vil: nacen los canallas y los humillados, los que mandan y obedecen.

El incesto del poder: Prohibir y gozar lo prohibido en ese -No- todo está permitido. Todo para mí, nada para ti. Entre lo pagano y sagrado un cero argolla al vacío. 

El amo se realiza, devora a la madre tierra en el  festín de la nada, opíparamente,  placer y dolor, el deleite culminante, displacer y goce sin límites. 

Se crea un instrumento, un padre sin nombre, la máquina del control, el brutal invento de la represión y del sometimiento de la imaginación  y de los actos.

“Los animales no se someten a sus amos más que por el miedo que les inspiran”

La desventura del mortal, y su peregrinaje en la aventura a encontrarse consigo, a salir de lo desnaturalizado e innombrable, a salir de la degradación. Quién manda  a salir de su/la  “voluntad a la servidumbre: el deseo de sumisión”.   ¿quieres?  ¿puedes?

Comentarios»

No comments yet — be the first.

Deja un comentario